Fernando Fernán Gómez murió a los 86 años de edad el pasado 21 de noviembre en Madrid. La capital española le rindió un profundo homenaje, tanto es así que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le concedió la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio a título póstumo. Además, el alcalde de Madrid anunció que el Centro Cultural de la Villa pasa a llamarse Teatro Fernando Fernán Gómez. Aunque estos reconocimientos no son las únicas reacciones ante la muerte del artista.
Actor, director de cine y de teatro español, guionista, escritor y miembro de la Real Academia Española, donde ocupó el sillón B; Fernando Fernán Gómez fue “un hombre polifacético, inteligente, trabajador, con un gran carácter y una personalidad muy peculiar”, así lo define Domingo Pérez, de 58 años y reconocido fan del madrileño. “Puede que su muerte –el pasado 21 de noviembre- haga que mucha gente hable bien de él, pero la verdad es que la mayoría de los españoles no conocen nada de su obra, su vida o su trabajo”, afirma Pérez. Y es que Fernando Fernán Gómez hizo popular su mala leche en una firma de libros, con la conocida frase “váyase a la mierda” y puede que ella marcase para siempre su recuerdo. Pero, más allá de esta salida de “tono”, Fernán Gómez escribió cerca de 40 obras entre artículos y ensayos, poesía, teatro, memorias, literatura infantil o novelas; además de dirigir más de 25 películas entre las que se encuentran “El viaje a ninguna parte” o “Lazarillo de Tormes”. También cuenta en su haber con más de 200 películas como actor, quizá su faceta más conocida, y 21 apariciones en series televisivas. Por ello, Mapi Ausejo, de 22 años, cree que el fallecido “era un artista, que le daba para todo”. Le daba para tanto que recibió 6 Premios Goya y estuvo nominado en cinco ocasiones más. “Aún así le recuerdo por su mala relación con los medios, sobre todo con algunos periodistas”, confiesa la joven. Quizá sea por ello por lo que son muchas las noticias de su fallecimiento que han incluido que “fuera de los escenarios hacía gala de su mal carácter, particularmente cuando trataba con los medios de comunicación. Durante una conferencia de prensa en el Festival de Cine de Berlín en el 2005, le ordenó a gritos a un periodista que se sentara y no le hiciera más preguntas”. Lo cierto es que consiguió llegar muy alto dentro del mundo del espectáculo trabajando con una gran variedad de directores españoles que incluyeron a Ricardo Franco, Manuel Gutiérrez Aragón, Jaime de Armiñán, Juan Antonio Bardem y Luis García Berlanga. Y más recientemente a Fernando Trueba y Pedro Almodóvar. “Me encantó en la película El Abuelo, me enterneció mucho, aunque la verdad es que nunca hasta ese momento le había visto actuar”, dice Marta Martínez, de 25 años. “Puede que ese papel borrase un poco la imagen de gruñón que tenía de él... Me ha dado pena que haya muerto”. Fernán Gómez obtuvo el aplauso internacional en 1992 por su trabajo en la película “Belle Epoque”, de Trueba. La cinta obtuvo cinco premios Goya y se llevó también el Oscar a la mejor película de lengua extranjera. Por su buen hacer el actor fue galardonado en 1989 con la Medalla de Oro de las Bellas Artes de España, en 1999 con el Premio Donostia en el Festival de Cine de San Sebastián y en 1995 con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. En febrero del 2005 recibió el premio Oso de Oro honorario por su extensa trayectoria en el Festival de Cine de Berlín. Pese a todo Daniel Más, de 27 años, cree que “la muerte de Fernando Fernán Gómez me da igual, es algo que no va conmigo ni con mi entorno, así que no se puede decir que lo haya sentido. Que se muera un personaje famoso, por muy bueno que sea en su trabajo, es algo que me da igual.”
Para el joven el hecho de hacer homenajes, como el que le ha hecho a Fernán Gómez el Ayuntamiento de Madrid, no son justos “basta ya de hacer tantos especiales por que se mueren los famosos, y los no famosos ¿qué?, ¿alguien se acuerda de nosotros cuando nos morimos? Nuestro entorno, como debería de pasar con los famosos”.
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