jueves, 15 de noviembre de 2007

¿Te ha dicho que nota vas a tener?


Sin que sirva de precedente voy a escribir de nuevo acerca de cine, pero no porque pretenda que este blog se dedique en exclusiva a ello, sino porque por capricho de la vida (aunque más bien de mis amigas) ayer volví a ver una peli. Siglos después de que se estrenase el Orfanato y de que media ciudad ya la hubiese visto, ayer decidimos poner fin a nuestro aislamiento (todo el mundo habla de la dichosa película... menos nosotras). Quedamos a las nueve menos cuarto en la puerta principal de los Palafox. Entendido, 20.45 en Independencia. Como Marta y yo llegamos antes que Leo fuimos a sacar las entradas para ganar un poco de tiempo. Y menos mal. Leo se había encontrado con un gran atasco y con una compañera de coche que necesitaba un pollo, pero eso lo dejo para otro día. En fin, que entramos rápidamente, compramos las palomitas volando y entramos en la sala como una exhalación. La bebida, las palomitas, el abrigo, el sonido del móvil... y cuando ya estamos acomodadas...Robert Redfort. ¿Cómo? Nos hemos equivocado de sala! La situación se merece unas risas, ahogadas eso sí, que estamos en el cine y respetuosas somos, y mucho! El caso es que decidimos quedarnos: la película está empezada, nos va a costar levantar "el chiringuito" y encontrar la otra sala y, además, vamos a ver una peli de estreno. Por si alguien se ha perdido estábamos en la sala de Leones por corderos, que narra tres historias interconectadas: Cruise interpreta a un congresista que se relaciona con una periodista (Streep), al tiempo que Redford hace de un idealista profesor que trata de inspirar a un alumno aventajado de su clase. En la tercera historia, dos soldados americanos destinados en Afganistán, uno de los cuales fue alumno de Redford, se encuentran de repente heridos en territorio enemigo... En fin, un senador sin escrúpulos que se deja llevar por su propia vanidad y sus ganas de triunfar, una periodista que se da cuenta del papel que han jugado los medios a lo largo de la guerra (un papel propagandístico en pro gubernamental, sin tener en cuenta la verdadera labor del periodista), un profesor romántico que intenta inculcar a su alumno la importancia de intentar cambiar el mundo y dos pobres muchachos que se alistan voluntariamente en el ejército porque creen que esa es la forma de colaborar con la sociedad y de que sean respetados. Nada nuevo, ¿no? Bajo mi punto de vista Leones por corderos no aporta ninguna novedad salvo, eso sí, la propia crítica americana hacia el gobierno americano.

1 comentario:

Diego M.O. dijo...

Muy buena la historia. Creo que yo hubiera hecho lo mismo en esa situación. Por cierto, mi blog es maradona84.blogspot.com.