No entiendo el por qué de la mentira en según que aspectos. Para los católicos la mentira es pecada y yo, aun siendo católica, creo que en ocasiones muy especiales, la mentira es necesaria. La mentira piadosa que la llaman. Pero como en todos los aspectos de la vida, no todo vale para todo (y valga la redundancia). Llevo una semana entera intentando contactar con los encargados de los cines Palafox para cogerles un cortecillo de nada para una crónica... y ¡no hay manera! El día que no están, no me pueden atender, al siguiente no han cogido los datos, al otro no ha llegado el responsable... y entre todas estas llamadas ¡¡otro montón que no me cogen!! Y todo por no decir la verdad... por una mentira. No los conozco y no tienen por qué quedar bien conmigo, ni me van a hacer daño diciéndome la verdad: que no quieren darme el corte o que no pueden o lo que sea. Pero que no me mareen hombre. Que estoy trabajando y tengo otras cosas que hacer que no tirarme una semana colgada del teléfono llamándoles. ¡Mentira! ¡Están pecando!
miércoles, 16 de abril de 2008
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